Capítulo 1053 Por qué yo
Renata miró, avergonzada, cómo el hombre se acercó a ella. La bata de seda resaltaba su figura, haciéndolo lucir alto y delgado. Además, la bata estaba un poco abierta, mostrando su clavícula bien formada, su cuello perfecto y un poco de sus hombros. En ese momento, él lucía tanto atractivo como peligroso, una bestia caminando por su territorio. Renata jamás pensó que se encontraría con Reinaldo en el pasillo tan tarde por la noche. Se mordió el labio en pánico por un momento y balbuceó:
—Ba-bajé por algo de beber. ¡Voy de regreso a mi habitación!
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