Capítulo 1016 Pelusa, la gatita
Antes, creían que era mejor ahorrarse las molestias y mantener una relación superficial con los clientes, no obstante, ahora las cosas eran diferentes: incluso las situaciones más triviales de los clientes despertaban la alarma de los empleados. Gracias a sus esfuerzos, se ganaron un cumplido por parte de Lucio, ya que este había sentido que su amabilidad se debía a sus valores y no a su trabajo.
Eran las 3:30 de la tarde cuando habían terminado con su trabajo; Ángela compró algunos postres para llevar y los llevó para su personal de la oficina. Cuando Rogelio se dio cuenta de que tenían una buena relación subordinado-jefe, sonrió con ternura. Al mismo tiempo, una mucama entró a la residencia Heredia llevando una caja para gatos.
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