Capítulo 998 La mínima oportunidad
Así, Alberto se escondió detrás de Rogelio cuando Mario, quien iba adelante, se giró con una mirada amenazadora y les apuntó con su arma. Sin embargo, sabía que otro tiroteo podría propiciarse y dado que las circunstancias no eran las mejores, decidió que debía huir. Aun así, un minuto después, se giró rápidamente y exclamó con fiereza:
—¡Recordaré tu rostro!
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