Capítulo 925 Tu prometida es mi prima, Alejandra 

Ángela cerró sus ojos por el dolor y se apoyó contra una piedra. Su cabeza estaba hecha un torbellino mientras la voz de Alejandra y las memorias de su floreciente relación entre ella y Rogelio se repetían en su mente. Ella sentía que era su culpa. Después de todo, no debió de haberse interesado en ese hombre, ni tampoco seducirlo en distintas maneras. Todo esto era culpa suya. Ángela lloró mientras el viento soplaba contra su rostro. En la cima de la montaña hacía viento, sin mencionar que estaba sentada en un área desierta. El viento helado de principios de invierno ocasionó que su rostro se volviera frío y pálido. Ella abrazó sus piernas, al sentir que su corazón también estaba cubierto por la nieve.  Lo único que quería hacer era regresar a la primera vez que conoció a Rogelio y hacer todo de nuevo. De esta manera, podría haber evitado verse enredada en un triángulo amoroso. No lo miraría dos veces, en lugar de eso le daría su bendición a Alejandra y se hubiera sentido feliz por ella, al haber encontrado un hombre tan bueno. Mientras el viento helado la rodeaba, reprimió sus sollozos, mientras sentía que volvía a derrumbarse.