Capítulo 873 Cualquier otra chica 

Ángela estaba parada en el terreno más alto y eso hacía que fuera una cabeza más alta que Rogelio, lo que le permitía verlo desde un ángulo que jamás lo había visto; desde ahí admiró su arco superciliar bien definido y la línea recta de su nariz. Él tenía la mirada agachada porque estaba ayudando a ponerle un curita en su dedo y sus oscuras pestañas ocultaban la dura mirada de sus ojos, hasta casi lucía… gentil, jamás había visto que fuera tan blando. Estaba sorprendida por el gran contraste entre la manera que se comportaba en ese momento con la manera tan rígida que solía ser y lo único que pudo hacer fue verlo abobada sin decirle una palabra; poco después, se sonrojó y comenzó a disculparse:  —Perdón por lo que hice hace rato, espero no haberte ofendido. —Se arrepentía tanto por haber sido tan directa durante todo ese tiempo.