Capítulo 607 Nervios de acero
«¿Lo dejé caer en el hotel cuando estaba en el extranjero? ¿En el avión, en el taxi?» se preguntó Sofía, sin tener ninguna idea.
—Sobre eso… En aquella ocasión me metí a tu carro porque alguien me estaba persiguiendo en la entrada del bar. En cuanto a robar tus cosas, yo no robé nada. Mi cabello se atoró en tu collar y cuando tu guardaespaldas me sacó, tu collar se quedó enredado en mi cabello. Lo siento, pero no soy una ladrona —aclaró Sofía, pues no dejaría que la llamaran de esa forma.
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