Capítulo 591 La sentencia de Noemí 

El niño que se dirigía a él como señor era en realidad su hijo, y haber llegado a conocerlo como un extraño al principio debía ser realmente molesto y al mismo tiempo triste para él; por eso, no había palabras que pudieran describir el amor que sentía por el niño. En eso, Elías se dio cuenta de que Anastasia estaba detrás de él, así que acomodó las mantas sobre el cuerpo de su hijo y se levantó para marcharse. La mujer ya tenía un buen rato ahí, llevaba poca ropa, así que de repente sintió algo de frío; en eso, las grandes manos de Elías le calentaron las suyas mientras tiraba de ella de regreso a la habitación.   Al día siguiente, Anastasia recibió una llamada de Franco. Le habló para informarle que el proceso de juicio de Noemí comenzaría el martes y le preguntó si tendría tiempo de asistir; estaba claro que, aunque la mujer no lo tuviera, se las arreglaría para ir, pues quería ser testigo de la caída de la misma Noemí, y ver si esta, realmente se arrepentía de sus actos.