Capítulo 461 Serás mía en algún momento
―Ve y duerme ―dijo Elías al escuchar que, en aquel preciso momento, empezó a sonar su teléfono, ella no quería molestarlo, así que salió de la habitación y una vez fuera, escuchó con vaguedad como el hombre gruñía en un tono furioso―. ¡¿Es así como haces tu trabajo?!
Aún en la presencia del Elías amable de hace unos segundos, Anastasia podía sentir como su corazón se detenía por un segundo, ocasionando que se le dificultara más dormir después de haber regresado a su habitación. No logró evitar preguntarse cuáles eran los nuevos problemas a los que se estaba enfrentando esta vez.
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