Capítulo 137 Promesas de la mar
A pesar de las comidas deliciosas, las caminatas y cabalgatas, la multitud de regalos y de momentos gratos, Castillano y Marina coincidieron en que lo mejor de la visita del español a Tortuga resultó la oportunidad de despertar juntos, que sólo habían tenido en su primer encuentro en Helena Point.
La cama de la muchacha permaneció intacta durante la estadía de los españoles. Tan pronto la casa se aquietaba por la noche, Marina cruzaba el corredor de puntillas y se deslizaba dentro de la habitación de Castillano. Se reunían completamente vestidos, para desnudarse mutuamente entre besos y suspiros y caer juntos en el ancho lecho con doseles. Allí disfrutaban la falta absoluta de la prisa que solía acompañarlos, y se entregaban al sueño en el mismo estrecho abrazo en el que despertaban.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread