Capítulo 63 Bienvenida al infierno
Los prisioneros pasaron la noche lo mejor que pudieron, dormitando o hablando en susurros para no molestar a Marina. La fiebre de la muchacha había cedido un poco, mas había caído en un sopor intranquilo, agitado por pesadillas de las que le costaba despertar.
Las campanas de la catedral en el día que nacía sonaron en el calabozo como un presagio ominoso de lo que se acercaba.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread