Capítulo 122 Una pelea de taberna
Jean no tardó en unírseles con los ingleses que fuera a buscar, y Sophie les trajo taburetes para felicitar a Maxó y De Neill por mantenerse despiertos. Los ingleses eran dos marinos jóvenes, que obtuvieran patentes de corso a pesar de que sus pataches apenas acomodaban seis bocas de fuego y veinte almas. Como tantos otros desde la desaparición de la Armada de Barlovento, solían salir de rapiña juntos para poder atrapar mejores presas, porque un mercante mediano resultaba todo un desafío si se lo encontraban solos.
A pesar de que seguramente perderían, habían desafiado al Espectro, dos contra uno, a ver quién hallaba y saqueaba un mercante español el primero. Pero la tormenta que bajara por el Paso del Viento había aguado la competencia y los tres barcos habían regresado a Port Royal.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread