Capítulo 118 Cambio de marea

Marina pasó buena parte de la fresca mañana de invierno en el astillero. Luego de cerciorarse de que el Espectro estaba siendo atendido como necesitaba después de varios meses en el mar, se había acercado a ver cómo iban las refacciones del Cartago, que debían realizarse en el más estricto secreto. Aún faltaban varias semanas para los votos de Morris y Dolores, mas la muchacha quería darle la sorpresa a su amigo de regalarle el barco ya acondicionado para hacer el corso. Como Dolores estaba casada, Cecilia y Fray Bernard habían hallado una alternativa para que la española y Morris tuvieran una unión tan cristiana como era posible. De modo que celebrarían una ceremonia en la que ambos tomarían votos de amor y respeto mutuos. Superados por el despliegue imparable de energía de Cecilia y Dolores, que preparaban el acontecimiento al mismo tiempo que buscaban una casa para la pareja, supervisaban las refacciones y elegían el mobiliario, Marina y Morris no habían necesitado más que una mirada para entenderse. Al día siguiente huían despavoridos al mar, lejos de aquel ajetreo que los agobiaba. A pesar de estar aún en temporada de huracanes, pasaron varias semanas navegando sin contratiempos. Porque como decía Laventry, las tempestades parecían temerle al Espectro y cambiaban de curso con tal de evitarlo.