Capítulo 652 Alexánder, ¡eres asombroso! 

Diana sintió de repente como brotaba un sentimiento de crisis en las profundidades de su corazón, pues fue como el momento en el que miró la cara de Elizabeth en la interfaz de votación para la Diosa Nacional en la noche anterior. Era probable que dicha mujer fuera su más grande archienemiga; mientras que los otros seguían asombrados, ella se apresuró a poner en orden sus emociones y pretendió estar deleitada. ―¡No puedo creer que haya olvidado una cosa tan importante! La profesora me dijo una vez sobre el método de recortar y despegar las capas, pues casi todos los cuadros que enviaban a ensamblar usaban este método. Es mi culpa, he estado muy ocupada con la competencia de la escuela, mientras que estoy a cargo de la Asociación de Caligrafía, debí haberlo olvidado. Estoy contenta de que me lo haya recordado, señorita Zamora; de otra manera, las obras de arte de mi maestra hubieran sido destruidas ―dijo y le extendió la mano a Elizabeth―. Señorita Zamora, en verdad estoy agradecida.