Capítulo 911 No tenemos nada de qué hablar 

Después de media hora, los teléfonos no paraban de sonar en varios departamentos. Ya que el Corporativo Pérez había dejado de operar, muchas otras industrias resultaron afectadas también. Todos se habían vuelto menos eficientes e incluso la bolsa de valores se desplomó, provocando grandes pérdidas en toda la economía de Citadelia. De repente, varios trabajadores comunes estaban involucrados, lo cual causó una serie de accidentes de tránsito graves. En ese momento, todo Citadelia había entrado en caos. Mientras tanto, Romeo estaba sentado en una silla con sus ojos cerrados. Le daba golpes suaves al reposabrazos con sus dedos mientras esperaba a que Alexánder cediera. Pero, antes de que Alexánder lo llamara, recibió una llamada de su superior.