Capítulo 382 La hija abandonada

—De verdad espero que estés escuchando lo que dices —le señaló Magdalena con seriedad. Aunque ella no estaba sorprendida por la decisión de Alexánder, quiso darle una última oportunidad para cambiar de parecer. Él posó su mirada en ella.  —Oh, créeme, me escuché con total claridad. A partir de ahora, no nos veremos tan seguido, mamá, así que cuídate. Lo mismo va para ti, papá. —Tras decir esto, se dio la vuelta y examinó al resto de sus parientes de manera con aire de superioridad antes de añadir con un brillo sádico en los ojos—: Saben, me pregunto cuánto le irá a la empresa mañana en la bolsa cuando se sepa que dejé a los Galicia. Supongo que tendremos que esperar para ver qué pasa, ¿no? —Sus palabras sarcásticas se quedaron en el aire mientras contemplaba el interior de la casa por una última vez antes de susurrarle de cerca de Elizabeth—: Vamos, te llevaré a casa.