Capítulo 896 Mis piernas están adoloridas
Media hora después, el príncipe Claudio y la princesa Dafne llegaron a la pasarela del Corporativo Pérez. La puerta se abrió con lentitud, mientras entraban tomados de la mano y encontraban un asiento en las filas traseras. Una vez en sus lugares, observaron con calma a los modelos. En ese momento, entre los organizadores, Daniel se escabulló hacia Alexánder y le susurró:
—La realeza está aquí, Alexánder.
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