Capítulo 924 Bienvenido al infierno 

Ese tono de voz inexpresivo no lo hizo sonar como si acabara de recoger a unos pasajeros. Daniel se sintió desilusionado y ajustó su posición en el asiento, pero, de manera inconsciente, intentó observar al conductor del taxi por el espejo retrovisor y vio al instante cómo él agachaba la cabeza, lo que dejaba en claro que los estaba espiando hace unos segundos. «Una consciencia culpable se delata a sí misma y me parece que este tipo no es una buena persona». Daniel tiró del vestido de Ariel para mirarla y ella comprendió la señal al instante. Los dos empezaron a observar los alrededores del exterior al mismo tiempo mientras que estimaban mentalmente cuál era la probabilidad de que pudieran saltar del vehículo con éxito; no obstante, y mucho antes de que pudieran terminar de analizar los riesgos, el conductor del taxi pisó los frenos de la nada e hizo que el auto se detuviera con un rechinido sin ninguna advertencia. Daniel y Ariel fueron jalados hacia al frente debido a la inercia, pero no tuvieron tiempo para percatarse de lo que ocurría cuando el conductor abrió rápidamente la puerta del auto y se bajó.