Capítulo 357 Por favor, ¡no hagas movimientos bruscos!
Este ese momento, Adela se fijó en la mujer frente a ella.
La mujer que estaba vestida de manera sencilla y simple. Su ropa era decente y de buen gusto, incluso su rostro era normal con nada extraordinario en él. Sólo que su mirada parecía profunda y rebelde, Adela se dio cuenta a primera vista que la mujer no era alguien con la que podías meterte fácilmente.
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