Capítulo 989 Una presa
—Sabe a qué me refiero, señor Treviño, así que hágalo. Estaré esperando sus noticias —tras decir eso colgó la llamada y se giró para encontrarse con Consuelo; sorprendida, la mujer se tocó el pecho de manera exagerada y dijo—No te escuché venir, ¿qué estás haciendo?
«Demonios, no la oí llegar, seguramente escuchó toda la llamada».
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