Capítulo 626 No son tan solo sus ilusiones

El amor verdadero hacia una persona era algo que no se podía imitar. Pareció que «Eduardo» también se había percatado que se estaba delatando y actuó con rapidez para regresar su atención hacia Alexánder. —Todos lo saben ya, así que no andaré en rodeos. Señor Galicia, yo sé de qué está preocupado y también comprendo lo que desconcierta a la señorita Zamora, pero lo he dicho antes y lo repetiré: Yo no tengo ninguna intención de hacerla sentir incómoda, ni tengo pensado faltarse el respeto cuando mi afecto no es recíproco. Por ese motivo, no veo la necesidad de que ustedes se distancien de mí. —Elizabeth se mantenía muy quieta como un guepardo en una emboscada mientras que él hablaba, tenía total atención a sus movimientos y estaba lista para darle el golpe mortal a su presa.