Capítulo 381 Renuncia
Demetrio tenía el ceño fruncido desde que llegaron Elizabeth y Alexánder, pero dejó salir un suspiro de cansancio al escuchar la petición de su hijo. Luego, alzó la mirada para mirar a Alexánder y le preguntó con indecisión:
—Siempre tuve fe en tus habilidades, hijo, pero ahora que las cosas llegaron a esto… Es mejor que les des una explicación a sus tíos.
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