Capítulo 255 Tu padrino me pidió que cuidara bien de ti
―Claro que no, lo malentendiste todo; esa no fue mi intención. Solo estaba preocupada por el problema que pude haber causado ―explicó. Después de todo, mucha gente intentaría adular a Quintín, considerando su identidad. Elizabeth nada más expresó que de alguna manera estaban en términos cercanos y, de repente, había una fila de gente intentando ir hacia ella; nadie sabía mejor de esto que Quintín.
―¡Cada día eres más y más hábil, mi niña! ―exclamó su padrino, luego volteó a ver a Alexánder y entrecerró los ojos un poco cuando recordó las palabras de Magdalena de hace rato―. ¿Cómo te ha tratado la vida en este tiempo, Eli? Si algo te pasa, ¡ven directo conmigo! Siempre tendrás mi apoyo absoluto.
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