Capítulo 51 Ser una buena persona
Ximena apretó los puños mientras intentaba consolarse a sí misma: «No tengas miedo. No fuiste tú quien lo uso, sino que fue la desgraciada de Rita, así que no te preocupes por la venganza. Aun si Elizabeth quisiera hacer algo, iría detrás de Rita».
Aunque Ximena se sentía triste, cuando llegó Elizabeth y se puso frente a ella al siguiente instante, se sorprendió y saltó del banco.
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