Capítulo 863 El riesgo de ser conductor

Alexánder detuvo sus acciones mientras su mirada se volvía oscura y sombría. Su temperamento, solía ser noble y frío, pero ahora estaba reemplazado por crueldad. A donde quiera que mirara, los paparazzi inclinaban la cabeza, con temor a mirarlo a los ojos. Todo el lugar estaba en silencio y el ambiente era tenso y sofocante. Solo la audaz brisa del lago se atrevía a desacomodar el cabello de Elizabeth con travesura. Después de un largo silencio, por fin sonó la voz magnética y profunda de Alexánder.