Capítulo 460 ¡Ella está sonriendo!

Alexánder tomó el celular de Elizabeth y luego se acercó para poder llevarla entre sus brazos mientras que le cubría la mano con la otra para poder calentársela.  —Carlos, pisa el acelerador —aclaró Alexánder con seriedad. Elizabeth se reclinó en su pecho. Ella no podía describir la sensación de pánico que sentía; creía que ya se había acostumbrado a la muerte y también que se comportaba de manera distante con su familia. Pero, debido a que ese momento por fin había llegado, lo único que ella pudo pensar fue en las múltiples veces que Roberto fue amable con ella. Estaba esa vez que él evitó de manera descarada a Frida y él la reconoció como su propia hermana menor; aquella vez que él invocó la valentía para regresar a la empresa y pelear por el estatus de Elizabeth por ella; la manera en que vio a Alexánder como su némesis, sobre cómo él quería quedarse a un lado de ella para protegerla para siempre; todas esas veces que ellos platicaron en un almuerzo, cuando él la llamó su hermana y cuando hubo una cierta sensación de que eran camaradas…