Capítulo 807 Buenos amigos 

Los demás autos comenzaron a rodearlos por todos lados, pero, gracias a las habilidades excelentes de Jaime al volante, pudieron tomar la delantera. Luego de entrar a la ciudad, Jaime utilizó los semáforos de la intersección de forma astuta para perder a los otros autos que les pisaban los talones. Después de mirar por el espejo retrovisor y asegurarse de que ya no había coches persiguiéndolos, disminuyó la velocidad y se metió en un callejón vacío antes de detener el auto. Irma había estado a punto de morir, así que soltó un suspiro de alivio y bromeó con una sonrisa amarga:  —Ya que fui lo suficientemente afortunada para sobrevivir esto, ¡creo que podré sobrevivir lo que sea en el futuro!