Capítulo 790 Me ayudarás, ¿cierto?
—Amparo, escúchame… —Lisa se apresuró a ir con su hija para darle consuelo. Elizabeth y Orlando fueron los únicos que quedaron en la sala de estar cuando ellas se fueron, pero ella lo ignoró en lo que iba hacia la cocina para servirse unos brownies y se sentó en el comedor para disfrutar de sus postres con tranquilidad. Orlando lo consideró dos veces para acercársele, pero por fin decidió hacerlo y se sentó a su lado, pero ella no reaccionó ante su presencia por un cierto tiempo, lo que lo desesperó hasta que no pudo más y se dio la vuelta; colocó su mano sobre la mesa y la otra sobre el respaldo de la silla de Elizabeth para comenzar a hablar.
—Ya solo estamos los dos, Anastasia, así que iré directo al grano; mis amigos y yo hemos fijado nuestras miras en un proyecto de inversión, pero nos hace falta el capital necesario para iniciar. ¿Podría pedirte prestado un poco de dinero con tu escritura? Yo no te causaré problemas, pero lo único que necesito es que lo firmes con tu nombre por mí, ¿te parece bien? —Elizabeth bajó la cuchara que tenía en su mano para luego verlo de un modo inexpresivo.
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