Capítulo 329 Sin estar destinados
Elizabeth no tenía idea de lo que había pasado entre madre e hijo, pero algo era claro: quizás ya no tenía por qué preocuparse por su relación con Magdalena en el futuro. Esto le trajo más dicha que haber escapado de su encierro. Tanto Alexánder como Elizabeth se quedaron en la residencia Galicia por una hora. Cuando se fueron, Magdalena no insistió en hacer preguntas, dejó que Elizabeth siguiera con su humor alegre. De regreso a la residencia Zamora, no pudo contenerse más. Estaba tan alegre que miro a Alexánder y preguntó con tentación:
— ¿Hipnotizaste a tu madre?
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread