Capítulo 279 ¡Váyanse, las dos!
Unos cuantos minutos después, Elizabeth siguió a Frida a su coche y se dirigieron juntas a la casa de esta por un camino conocido. Tras llegar, Elizabeth vio la misma chalé y, con esta vez, era su tercera visita.
—Señorita Zamora, mi madre está arriba en el ático; la llevaré con ella ahora —dijo Frida, llevándola a la casa.
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