Capítulo 900 Una disculpa «sincera»
Margarita se quedó callada y pensativa después de lo que dijo Lisa. Frunció el ceño mientras se cuestionaba cuánto podía confiar su relato. Todos sabían que Alexánder era generoso con su mujer. Si Anastasia, de hecho, debía mucho dinero a alguien, él no se quedaría de brazos cruzados. ¿Cómo terminó la familia Blancarte con la deuda de ella?
—Emiliano, sé que te gusta Amparo. Dejaré que te cases con ella, ¿así que podrías acogernos? —Cuando notó que Margarita no reaccionaba, Lisa se acercó a Emiliano para tomarlo de la pierna de su pantalón y rogarle entre lágrimas. —No deberás gastar mucho dinero en nosotros. Solo danos tres comidas al día. De hecho, con dos comidas será suficiente. Nada más dos. ¡Y trabajaremos también!
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