Capítulo 495 Matías también deseaba beber sus penas

Como Matías no se dejaba convencer, Nicolás no siguió persuadiéndolo. Este último tampoco quería entrometerse en la forma de resolver el problema de su primo. La personalidad testaruda de Matías no era un secreto para quien lo conociera; Nicolás lo sabía muy bien, pero estaba seguro de que a Matías se le ocurriría una solución perfecta. Se hacía tarde y Matías seguía en su despacho; Nicolás quería hacerle compañía a su primo, pero su oferta fue rechazada. El hombre estaba pensando en una forma de resolver el asunto, y tenía que hacérselo saber a Maira lo antes posible. Su frente se arrugó al llegar por fin a una conclusión: Hilda era, en efecto, la mejor candidata para ayudarle.