Capítulo 539 Las mujeres aparte de Hilda

Como Matías quería complacer a Roberto, no tenía ninguna razón para rechazar la oferta de Roberto de quedarse. Hilda sonrió a Matías, ya que sería interesante ver cómo Matías actuaría con los Leiva durante la cena. Cuando volvieron a bajar, la sala de estar ya estaba destrozada por los niños. No dieron golpes porque Roberto no estaba cerca para controlarlos. La visión sorprendió a Matías, que nunca había visto lo destructivos que podían ser los niños, pero Hilda ya estaba acostumbrada. Por otro lado, Roberto estaba peligrosamente callado.