Capítulo 142 ¿Quieres que te confiese mi amor, eh?
La voz somnolienta de Maira sonaba suave y gentil como si fuera una pequeña mano acariciando el corazón de Antonio. La impresionante vista de la calle de Nueva York ya no era visible para él.
Al recordar el momento en que vio su mensaje tras bajar del avión, su corazón se ablandó de repente. Apartó el cigarrillo de sus finos labios y lo apagó en el cenicero. Su voz seductora y grave se elevó al oído de Maira.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread