Capítulo 684 La salud de Roberto empeoró
El mayordomo nunca fue un buen mentiroso. En ese momento, Hilda detuvo sus pasos. Este asunto no debía precipitarse, así que volvió a sentarse en el sofá. Sin embargo, se sentía nerviosa e inquieta porque tenía la corazonada de que una crisis se acercaba a la Familia Leiva debido a las acciones de Roberto.
—Siéntate —ordenó Hilda al mayordomo.
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