Capítulo 100 El rescate

Al advertir la presencia de la hermosa mujer, todos los hombres posaron sus miradas en su bello rostro, por lo que Maira se percató de inmediato que había cometido un error al acudir a ese lugar; de hecho, un pequeño grupo de personas se abalanzó en su dirección, antes de que pudiera reaccionar, y la tomaron para someterla. En ese momento, la joven pudo vislumbrar a Tania, mientras otro hombre la rodeaba de la cintura con los brazos para arrastrarla hasta ese lugar; entonces, la escuchó gritar, aterrorizada: —¡Señorita Sierra, ayúdeme, por favor! ¡Tengo mucho miedo! —suplicó la joven en un chirrido lleno de desesperación y en ese momento Maira no pudo evitar reflexionar, mientras permanecía en silencio: