Capítulo 338 Acabo de confesarte mi amor en público
Sonia había supuesto que compensar a la otra parte sería suficiente para resolver el asunto, pero no se dio cuenta de que la fechoría podría llevarla a la cárcel. Casi se desmaya del susto al darse cuenta de la gravedad de la situación.
Los ojos de Samuel eran oscuros y melancólicos. Sin embargo, no le hizo ninguna promesa a Sonia.
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