Capítulo 332 ¡Aléjate de él para siempre!

Ella debió haber sido quien debería estar en brazos de Antonio, pero tenía que llegar Maira y llevarse todo. En retrospectiva, ella debió seguirlo a Ciudad B mese antes, pero no creyó que él se enamoraría perdidamente de otra mujer en tan poco tiempo. Gloria quería apretar sus puños, pero un dolor punzante recorría sus brazos si movía sus dedos. Las heridas de sus manos ya eran bastante graves por si solas, pero cualquier movimiento que requiriera un mínimo de fuerza era suficiente para paralizarle de dolor hasta los huesos.