Capítulo 570 Una guerra de palabras

La casa de té tenía un buen efecto de aislamiento, ya que los sonidos fuertes de la maquinaria, que no estaba tan lejos, no podían ser escuchados. Estando sentados en ese lugar, sintieron como si estuvieran en otro sitio, aislándolos del ruido de afuera. El aroma del té flotaba alrededor de la habitación, el cual llegó hasta el olfato de Matías. Él sabía que Hilda era una persona a quien le gustaba disfrutar de la vida y pensó que se aburriría en el futuro, cuando estuviera al lado de él. Mientras estaba sumido en sus pensamientos, anticipando su futuro con ella, Hilda permaneció callada hojeando los documentos.