Capítulo 297 Nos sostendremos el uno al otro para siempre

La palabra «divorcio» se había escapado de los labios de Simón una vez más. Nunca en sus sueños más locos esperó divorciarse de la mujer que tenía delante, de la que una vez estuvo locamente enamorado. «A medida que mis sueños se hacen realidad poco a poco, debo admitir que mis sentimientos han cambiado y que me enamoré de Maira. No tengo idea de cuándo empezó, pero he estado sufriendo porque Maira no es mía. De alguna manera, comencé a sentirme emocionado por la más mínima noticia sobre ella. Además, incluso perdería el sueño por las pequeñas cosas que la involucran. Sin embargo, tampoco estoy seguro de cuándo comenzó, pero ya no albergo los sentimientos que una vez tuve por la mujer que ahora está frente a mí».