Capítulo 725 La debilidad de un genio

Ahora mismo, Hilda se arrepentía un poco de lo que dijo. De hecho, la palabra «Incompatible», fue un poco exagerada, y se la estaba echando en cara ahora mismo. Jaime permanecía en silencio a su lado, como si fuera invisible, mientras que Hilda y Zahir ignoraban su existencia. Aunque escuchó su conversación, estaba un poco confundido acerca de las relaciones entre todos los involucrados. En un momento están hablando de Leonardo, y en otro momento están hablando de Matías; parecía que esos dos tenían lazos con Hilda. —No obtendré ayuda de él. Si no quiere ayudarme, de acuerdo —dijo Hilda en voz baja.