La multitud asintió en silencio cuando escuchó su explicación, pero seguía siendo un poco sospechosa. Elías se mantenía al margen, lo que significaba que lo más probable es que enviara a la chica a una comisaría si la encontraba. Llevarla a casa no parecía algo que fuera a hacer.
El Señor Valle observaba a su hijo como si tuviera muchas preguntas en la cabeza, mientras que la Señora Valle estaba cabizbaja tras escuchar su respuesta. Contempló los rasgos de la chica y suspiró para sí misma.
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