Capítulo 634 No serías de ninguna ayuda, aunque vinieras
Elías salió con tanta prisa que Alan solo vio el final de su sombra.
Elías condujo a toda velocidad hasta la Residencia Lagos. Cuando llegó, se dio cuenta de que la puerta de la residencia estaba cerrada, así que llamó a la puerta con fuerza y gritó:
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