Tatiana entró en la tienda de novias y quedó de inmediato encantada por los vestidos que la rodeaban. Algunos eran de época, cubiertos de perlas y con adornos de encaje, otros eran abombados como los vestidos que llevarían las princesas de Disney. Las empleadas de la tienda estaban demasiado ocupadas al ayudar a Queta a ponerse el vestido de novia como para ocuparse de Tatiana.
Mientras Queta se ponía el vestido, Marco estaba sentado en un sofá, esperaba a que ella le presentara el vestido. Cuando ella salió, él se quedó sorprendido por completo. Había llegado a la tienda de novias vestida con ropa normal y un maquillaje sencillo, pero su traje la hacía parecer un ángel. Llevaba un vestido de sirena sin espalda, que acentuaba sus hombros y sus largas piernas.
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