Al día siguiente, la Señora Lagos se levantó temprano. Fue al edificio del Grupo Valle Alto sin avisarle a nadie. Después de esperar en la entrada por bastante tiempo, por fin vio llegar un Rolls Royce. Un hombre guapo bajó del auto despacio. Destacaba entre la multitud.
Los empleados que estaban en la puerta lo saludaron como el presidente y fueron a ayudarlo a estacionar el auto. Ese hombre debía ser el tal Elías Valle del que había escuchado hablar a su hijo. Así que la Señora Lagos se apresuró y se extendió para detener a Elías.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread