Marina Campos había estado en casa durante más de una semana debido a su brazo dislocado. Esta vez, no había salido a ningún lado, sino que pasaba sus días leyendo libros y tomando el sol. Fue una experiencia bastante cómoda.
En este día en particular, Alan Acosta la llevó al hospital para que le quitaran el yeso. Mientras pasaban por una floristería, Marina Campos le pidió a Alan Acosta que detuviera el coche.
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