—Señorita Campos, hola. Soy Andrés Hernández. Yo fui quien solicitó la gestación subrogada hace seis años —dijo Andrés con un tono tranquilo, y su cara era inexpresiva.
Pero la cara de Marina se volvió pálida al escuchar eso. El móvil resbaló de su mano y cayó al suelo. Miró a Andrés incrédula. Alguien de hace seis años la encontró. No entendía por qué la buscaba ese hombre, o qué quería hacer. Sin saber la razón, una premonición incómoda en su corazón se intensificó. Su corazón latía frenéticamente y no le era posible calmarse.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread