Artemis y Bailey se habían esforzado durante toda su relación en ocultar sus verdaderas identidades, de manera que las organizaciones que presidían no descubriesen que estaban juntos. Si se enteraban, un caos sin precedentes iba a desatarse.
Artemis comenzó a conducir a baja velocidad, y un par de minutos después, descubrió a Bailey sentada al lado de un arriate. Entonces aparcó, pero en lugar de correr hacia ella, agarró su móvil y llamó a Micah.
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