Capítulo 262: La Competición Internacional de Programación
El hombre que hablaba de pie frente al escritorio curvo no era otro que Ken. Por su parte, Artemis se reclinó en su sillón y tamborileó con los dedos sobre la mesa, lo que provocó un sonido tenue pero rítmico. Estaba sumido en un silencio meditativo que duró varios minutos, durante los cuales elaboró un plan en su cabeza.
—No me esperaba que el Departamento de Seguridad Cibernética tomase cartas en el asunto con tanta rapidez. Sin embargo, no hay que olvidar que en este caso se trata de los Fletcher, los cuales constituyen toda una institución dentro del panorama político nacional. Incluso pueden permitirse el lujo de darle órdenes a un departamento gubernamental —concluyó Artemis, y el otro hombre asintió.
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