La noche era preciosa aquella tarde, con una miríada de estrellas brillantes adornando el cielo, reflejándose sobre kilómetros de seda roja. Las estrellas parecían vestidas con trajes de novia, floreciendo tímidas en su radiante gloria.
—Mañana debería ser un día brillante y soleado. Has elegido un día estupendo. Lógico, esta estación suele ser bastante lluviosa. Desde que Artemis te tendió la seda roja, no ha llovido en Hallsbay. Parece que hasta los cielos te están bendiciendo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread