«Vaya con mimar a Shirley y tratar al niño en su vientre como si fuera su precioso nieto. En ese caso, veamos si recupera la sensatez cuando yo termine con ella» pensó.
—Imposible. El niño en el vientre de Shirley tiene que ser un Shurmer. ¿No hay nada que no harías por ayudar a tu discípula verdad? ¿Cómo se te ocurren semejantes mentiras para engañarme? ¡Soy tu madre, Bailey!
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